La voz literaria de Margarita Valencia, en Zeta Tijuana



La voz literaria de Margarita Valencia

A su regreso, la filósofa tijuanense presentó un segundo poemario titulado “El Reverso Exacto del Texto”, bajo el sello Centaurea Nigra Ediciones.

Por Enrique Mendoza Hernández

“Pienso en poemas que disparan./Pienso en pistolas”, escribe la poetisa en “El Reverso Exacto del Texto”, mismo que dio a conocer el viernes 16 de agosto en el Centro Cultural Tijuana (CECUT).

En su repatriación provisional a “la capital de la televisión”, la filósofa radicada en Madrid dio a conocer su segundo poemario. Vino a disparar su poesía en Tijuana:

“El lenguaje que corre por mis venas/es jugar a la ruleta rusa/con una pistola automática”.

La edición consta de seis apartados (“como el número de balas que caben en un revólver, que van trasladando al lector a distintas ‘zonas’ del libro”), confiesa a ZETA la autora: “El Lenguaje es una Bala”, “Identidad”, “Ella, Él, y Eso (el Después)”, “Todos Llevamos un Perro Encadenado y Hambriento”, “Aullido”; y no puede faltar la referencia a Tijuana: “Borderlines/Borderlands”.

“Leer este libro es presenciar cómo se carga un revólver y recibir esa carga”, atinó Abril Castro en la presentación.

De poesía finamente depurada, Margarita Valencia Triana (Tijuana, 1980) no titubea al momento de apretar el gatillo. No le da vueltas a las palabras. Unas cuantas son suficientes para lanzar al aire sus imágenes y metáforas: “Me revuelco en la cama del lenguaje”.

“La experiencia de Margarita Valencia Triana a través de esta reunión de poemas se devela intensa. Habla de un pensamiento agudo. Habla de un pensamiento inteligente”, leyó Amaranta Caballero en la presentación del poemario. Su palabra hablaba, mientras la poetisa permanecía con un tape negro en la boca.

“Mujer oblicua./Doblada sobre sí misma./Sobregirada./Sobreactuada./Sustituida./Dramatizada./¿Cómo caminar y nombrarse con tantas laceraciones lingüísticas?”, leyó Valencia en el performance.

A propósito de la poesía filosófica de Valencia Triana, Amaranta agrega: “¿Qué supone entonces la reunión de esta experiencia titulada como ‘El Reverso Exacto del Texto’? Supone que hay una mirada aguda que sabrá reconocerse. Supone que hay una aparición consciente de auto-observación. Supone que hay infinitas preguntas ahora, después de leer los periodos de un lapso de vida secuenciada en páginas. Supone que llega la aparición consciente de un reto. Un reto verdadero que es lo que implica cada libro. La autodeterminación para indagar. Para la reflexión. Para el cuando todo esto que supone, sea, entonces: revertir”.

Tijuana no escapa a los poetas. Valencia Triana no es la excepción:
“La Tía Juana, Tiguana, Tiuana, Teguana, Tiwana, Tijuan, Ticuan, Tj, Tijuas, puedes llamarla como quieras porque Tijuana, al igual que toda palabra, no significa nada, y significa ‘junto al mar’”.

Filósofa, poetisa, ensayista y performática, Valencia Triana también refleja el ser feminista en su prosa poética:

“Él tiene destellos geniales/pero es un estúpido. Aun así, su pronombre maneja el mundo.

“Ser feminista abiertamente pareciera ser un acto de auto desacreditación, un suicidio. No obstante para Sayak, ser feminista es una coherencia de género, un síntoma inequívoco de sentido común. Una obligación. Así este reverso exacto del texto es resultado también de su pesquisa en torno a los nuevos feminismos y las distintas maneras de vivirlos (con, para y a través de la creación)”, desmenuza Abril Castro.

La poetisa feminista

Margarita-Sayak Valencia Triana es egresada de la Licenciatura en Filosofía de la Universidad Autónoma de Baja California. Ha publicado en Alforja, Tierra Adentro, Taladro, TextoS, La Línea, Hoja de Poesía, Velocidad Crítica y Otra Orilla. “Jueves Fausto” (2004) fue su primer libro.

La escritora cimarrona menciona entre sus filósofos favoritos a Guillermo de Ockam, por su nominalismo, dice; Baruch Spinoza, Beatriz Preciados, Donna Haraway, Jean Baudrillad, Gilles Deuleuze, Monique Wittig, Teresa De Lauretis, Judith Butler, Eve Kosofsky Sedgwick, Rossi Braidotti, J. L. Austin, Chela Sandoval, Gayatri Chakravorty Spivak y Fátima Mernissi, entre otros.

Y en cuanto a poetas, la autora revela ser lectora de Diane di Prima, Leonor Kandel, Abril Castro, Ulalume González, Rosario Castellanos, Allen Ginsberg, Michelle Tea, Cristina Peri Rossi, Amaranta Caballero, Charles Bukowski, Cristina Rivera, Li Po, Catulo, Cesare Pavese, Sylvia Plath, Peru Sainz, Gertrude Stein, Pizarnik, Gloria Anzaldúa, Chantal Millard.

Al igual que Jorge Ortega (poeta mexicalense), Triana partió a tierras ibéricas. El autor de “Ajedrez de Polvo” (Tsé-Tsé, Buenos Aires, 2003) ha realizado el Doctorado en Filología Hispánica en la Universitat Autònoma de Barcelona, mientras que Valencia Triana actualmente realiza su tesis doctoral en Filosofía, Teoría y Crítica Feminista en la Universidad Complutense de Madrid. La autora platicó con ZETA.

– ¿Eres feminista? ¿Qué es para Margarita Valencia ser feminista?


“Sí soy feminista. Para mí ser feminista es estar consciente de mi género, no tomarlo como un asunto dado de antemano, sino como un tema complejo que implica mucha reflexión y mucha fuerza para poder lograr coherencia. Para mí ser feminista es exigir respeto y oportunidades para el género femenino, al mismo tiempo es cuestionar las posiciones hegemónicas que se ciernen sobre él, ser crítica con la postura biologiscista que busca recluir y someter a las mujeres a una serie de ‘deberes’ de servilismo y de reproducción sólo por haber nacido con unos genitales determinados.

“Las mujeres no nos reducimos a nuestros genitales, ni a nuestra capacidad de reproducir la especie, somos individuos con un abanico más amplio de acciones, reflexiones y posibilidades. Ser feminista es no aceptar el hecho de que se te imponga un destino sacrificial, sino de elegir una forma propia de actuar y vivir. Y, sobre todo, ser feminista no tiene nada que ver con la idea errónea de que las feministas odiamos a los hombres; no es así, de ninguna manera.

De hecho, éste es un argumento de difamación y de total desinformación con el cual el feminismo siempre ha tenido que lidiar. Es también un argumento muy efectivo para que las mujeres actuales rehuyan el hecho de pronunciarse como feministas (aunque en sus prácticas y en sus ideas el feminismo esté presente). Lo peligroso de este silencio y de este no-pronunciamiento, ese terrible miedo a la palabra F (eminismo), es que a través de ellos se siguen legitimando abusos de todo tipo contra las mujeres, alegando que el feminismo es un discurso de los años 70, ya superado. Sin embargo, ahora más que nunca el feminismo es necesario”.

– Al paso de los años, ¿cómo ha cambiado tu percepción sobre el feminismo? ¿O lo sigues percibiendo igual que cuando empezaste a conocer el tema?

“Mi percepción sobre el feminismo ha ido cambiando con el tiempo, ya que el feminismo no es una teoría desfasada y anacrónica, sino una teoría y una práctica que han evolucionado en distintas corrientes y contextos. Hoy en día no se puede hablar del Feminismo (con mayúscula) sino de los diversos feminismos.

Por lo cual, la percepción que se tiene sobre una teoría en constante devenir también implica una percepción en devenir. Mis primeros acercamientos al feminismo los tuve a los 16 años, por aquella época leía constantemente a los filósofos existencialistas y una de las representantes más importante de esta corriente y del feminismo es Simone De Beauvoir.

El primer libro de Simone que llegó a mis manos fue ‘El Segundo Sexo’, en el cual analiza el papel de las mujeres en la sociedad. La frase de ese libro que me llevó definitivamente al feminismo fue ‘No se nace mujer, se llega a serlo’, lo cual quiere decir muchas cosas; pero sobre todo que la idea de mujer es un producto cultural que ha sido construido por la sociedad.

Después de Simone, he indagado durante todo este tiempo sobre el feminismo, y ahora mi posición y mi producción escritural está más cercana al feminismo queer, cuyas representantes son teóricas como Teresa De Lauretis, Judith Butler, Eve Kosofsky Sedgwick, entre otras”.

– “El feminismo debe ser entendido como teoría política”, escribiste en alguna ocasión. ¿Cómo explicas el feminismo en tanto tal?


“El feminismo como teoría política es ante todo, y en su versión más importante: una posición política donde se busca desactivar la categoría de Sexo y donde se entiende que toda acción personal es política porque se hace para modificar el curso de las cosas y de la futura historia. El feminismo en su versión política busca dejar de maquillar los hechos, dejar de hacer (solamente) estética y hacer ética”.

– Eres integrante del interdisciplinario feminista La Línea, de escritura y creación. Explícanos algo al respecto…


“Sí, efectivamente soy miembro y co-fundadora de este interdisciplinario. La Línea es un proyecto interdisciplinario formado en el año 2002 por mujeres feministas que habitan en la frontera entre Tijuana (México) y San Diego, California (EEUU), quienes a través de la escritura, la teoría, la producción editorial, el arte, la acción y la performance hacen una exploración crítica del sistema sexo/género, de la sexualidad y de los discursos dominantes, en las distintas ramas del conocimiento.


“Las integrantes del interdisciplinario son: Abril Castro, Jenny Donovan, Lorena Mancilla, Kara Lynch y Margarita Valencia. En la actualidad La Línea se encuentra trabajando en un proyecto titulado Fear is Effective, que consta de intervenciones, proyecciones y lecturas en el espacio público. Este proyecto busca redimensionar las posibilidades de la escritura desencadenando un diálogo y explorando sus ramificaciones o subtextos por medio de una frase (“Fear is Effective”) que sirve como detonante de la reflexión sobre el miedo en las esferas de lo privado (lo íntimo) y lo público”.


– ¿Qué relación encuentras entre la filosofía y la poesía? O bien, ¿qué es para ti ser filósofa y poetisa?


“La relación que existe entre la filosofía y la poesía es innegable y se remonta a los principios del pensamiento, pero sobre todo se enclava en el uso del lenguaje.

Ambas comparten el uso de la palabra (sobre todo escrita) para hacer llegar su contenido. No considero que exista una separación definitiva y tajante entre ambas disciplinas, creo que los métodos que utilizan son distintos, pero a final de cuentas ambas tienen el propósito de remover algo, de abrirnos a otras vías cognitivas y sensitivas. Para mí hacer filosofía y poesía no son procesos separados, lo único distinto es el formato, ya que la elección de las palabras precisas para escribir, tanto poesía como filosofía, implica reflexión, discernimiento, mucho amor por la escritura y paciencia para buscar todas las posibles vueltas del lenguaje y de las palabras elegidas”.

– ¿Por qué elegiste Centaurea Nigra Ediciones para publicar tu obra y no otra editorial?


“Publiqué con Centaurea Nigra porque su proyecto editorial me pareció muy valiente y propositivo.

También porque esta editorial demuestra un verdadero interés por otras formas de hacer llegar los textos a la gente y yo comparto completamente esa idea. Centaurea piensa sus libros como ‘piezas’ que sólo están completas al ser presentadas-recitadas de una manera performática. Y, precisamente, mi propósito fundamental al escribir es explorar y abrir diversas vías para hacer llegar mi trabajo a los lectores, por ese motivo, regularmente mis lecturas son lecturas-performance”.

– ¿Cuál es tu juicio sobre la editorial Centaurea Nigra Ediciones, que da “espacio a las voces y las escrituras de los feminismos actuales”?


“Me parece que esta editorial, independiente y feminista, emerge en un momento clave, ya que considero que existe la necesidad real y palpable de abrir este tipo de espacios para dar difusión y visualizar las distintas exploraciones de estos discursos y prácticas”.

– ¿Cómo percibes la actividad poética en Tijuana desde Madrid?


“Yo soy de Tijuana y ahora vivo en Madrid, pero regreso constantemente a Tijuana, entonces mi perspectiva sobre la actividad poética de la ciudad es una perspectiva doble, es decir, una especie de viaje de ida y vuelta, ya que, en principio puedo hablar con conocimiento de causa porque participé (y sigo participando) de la actividad poética de la ciudad y al mismo tiempo participo de la actividad poética de Madrid. Considero que la actividad poética de la ciudad es muy diversa y eso la hace, desde mi perspectiva, muy rica e interesante. Lo único que me gustaría resaltar porque me parece importante, es que la actividad poética (y la actividad artística en general) de la ciudad (y de cualquier ciudad) debe ser auto-crítica y evitar, por todos los medios, la auto-indulgencia, las mafias culturales y el chauvinismo”.

– ¿Qué escribes actualmente?


“Estoy trabajando con un par de proyectos, uno sobre ensayo y otro sobre poesías-objeto (Oraciones Horadaciones)”.

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